Los 35 años de carrera militar del actual director de Cenabast, resumidos en su hoja de vida institucional, tendrán que ser entregados tras la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, que rechazó el recurso de reclamación interpuesto por la Armada y el Consejo de Defensa del Estado.
Por equipo de La Pública
Ilustración: Hans Peralta
Después de casi dos años de tramitación, la Corte de Apelaciones de Santiago ratificó la decisión del Consejo para la Transparencia, que en marzo de 2019 ordenó a la Armada entregar la hoja de vida de Valentín Díaz Gracia, exmarino y dos veces director de Cenabast. La hoja de vida fue solicitada por Catalina Gaete, autora junto a la periodista Paulette Desormeaux de una serie de investigaciones sobre los conflictos de interés en la industria farmacéutica, publicada en el medio transnacional Salud con Lupa.
La hoja de vida fue pedida en el marco de un proyecto que investigaba la carrera profesional de Valentín Díaz Gracia y otros altos funcionarios del Estado vinculados a la salud. “Buscábamos casos de puertas giratorias, es decir, de funcionarios públicos que después de su cargo en el Estado hayan trabajado en un puesto privado relacionado. Por ejemplo, un fiscalizador del Estado que llega a trabajar a alguna de las empresas que antes fiscalizaba, y viceversa”, asegura Paulette Desormeaux, cofundadora de La Pública y periodista a cargo de esta investigación.
El caso de Valentín Díaz Gracia fue identificado a través de una metodología de periodismo de investigación, en donde se hizo un seguimiento de todos los cargos -públicos y privados- de una persona vinculada a las políticas públicas de salud. “Ya teníamos el antecedente de Juan Carlos Corveaux, quien asumió un cargo de confianza en Cenabast a pesar de su vinculación con el laboratorio británico GlaxoSmithKline. Como en Chile este tema no está regulado, nos imaginábamos que podría haber más casos como este”, asegura Desormeaux.
La salud en la mesa del poder es el nombre de la investigación transnacional de Salud con Lupa. Fuente: Salud con Lupa
LA CARRERA DE VALENTÍN
Después de una carrera de 35 años en la Armada, en 2011 Valentín Díaz Gracia asumió como director de Cenabast, la Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Salud: el mayor comprador farmacéutico del país.
Valentín Díaz dejó su cargo en marzo de 2014, cuando el presidente Sebastián Piñera terminó su primer mandato. Unos meses después, en mayo de 2014, Díaz decidió dar un giro en su carrera y se convirtió en empresario farmacéutico. Creó su empresa de responsabilidad limitada, y a través de ella creó una sociedad para vender fármacos y dispositivos médicos: “Inversiones, Servicios y Comercial ChileVenta Ltda”. Un año después, en mayo de 2015, ChileVenta ganó dos licitaciones públicas por un total de 37 millones de pesos para vender lentes de presbicia. ¿El comprador? La misma Cenabast.
Pero su auge como empresario farmacéutico llegó a finales de ese año, cuando asumió como gerente general de Pisa Farmacéutica, una empresa mexicana con 14 oficinas en México y centros de distribución a lo largo de América Latina. Hasta entonces, no tenía filial en Chile. En diciembre de 2015, Pisa cerró su primera gran compra con el Estado de Chile, a través de Cenabast: vendió 198 millones de pesos en medicamentos administrados para el tratamiento de infecciones. Con Valentín Díaz en la gerencia, Pisa Farmacéutica Chile ganó 146 licitaciones públicas.
Valentín Díaz Gracia dejó la gerencia de Pisa en diciembre de 2018. A pesar de su paso por Pisa, este exmarino volvió a ser nombrado director de Cenabast en julio de 2019, a solo pocos días de que se publicara el reportaje de Salud con Lupa. No obstante, a partir de esta investigación, su primera medida de probidad administrativa fue, según esta Resolución Exenta, “abstenerse de participar en decisiones de competencia del jefe de Servicio en la que esté involucrada su anterior empleador y/o que digan relación con Pisa Farmacéutica de Chile SPA”.
Díaz fue elegido como director de Cenabast por el sistema de Alta Dirección Pública, pero al analizar el informe de evaluación del proceso, se constata que su puntaje final de postulación al cargo fue de un 6.1, exactamente el mismo de otro candidato. El informe no detalla por qué se eligió a Díaz por sobre el candidato que le empató en puntaje. Por eso, Paulette Desormeaux solicitó por Ley de Transparencia a la Dirección Nacional del Servicio Civil los documentos que contuviesen el fundamento de la decisión de dicho nombramiento y los antecedentes del resto de los postulantes.
La información se entregó de forma parcial: el Servicio Civil explicó que, si bien los antecedentes del proceso de selección deben ser públicos, los nombres de los candidatos no lo son, ya que “el Consejo de Alta Dirección Pública entrega, en carácter de reservada, la nómina de entre 3 o 4 candidatos/as seleccionados/as, acompañada de los antecedentes profesionales y laborales de los mismos/as (…) sin expresar preferencia por ninguno de ellos”. Quien eligió a Díaz de entre la nómina propuesta por el Consejo de Alta Dirección Pública fue el Presidente Sebastián Piñera, y pudo hacerlo sin explicar por qué lo prefirió por sobre a otros. “La normativa permite a la autoridad nombrar a cualquiera de los candidatos incluidos en la nómina, sin expresión de causa o fundamento, solo por el hecho de integrar válidamente la nómina referida”, se lee en la respuesta entregada por Transparencia.
Según Catalina Gaete, la liberación de su hoja de vida es un antecedente importante porque “se trata del registro de desempeño de un exfuncionario del Estado, un militar, que hoy está a cargo de un organismo clave para la gestión de la crisis sanitaria. El acceso a la información debe primar siempre, pero sobre todo cuando se trata de la pandemia, donde hemos comprobado que la transparencia es esencial”.